(Réquiem): Corona de espinas, corona de rosas.

Cada vez que observaba con detenimiento sus ademanes y sus credos

Imitaba cientos de expresiones, para hacerlo bien

Y me desvestí por completo, al compás de sus deseos

Vi que todo era sereno y me fui entregando al infierno.

… Y ahora estoy aquí

Con mi corona de rosas, llena de espinas

Espinas que hieren mis memorias

Espinas que indagan y que borran lo que recuerdo de mí.

… Y ahora estoy aquí

Con la boca rota, con una copa de cognac recién servida para mí

Esperando…

Con mi corona de espinas, disfrazada de rosas

De encanto.