Cada vez que fingía dormir.
Se hace tarde para dormir, quizás ya
son las 3 am
Desde aquel día el descanso inventa
excusas y se pospone
¿Cómo formular en una, toda una vida
de preguntas?
Me pregunto si todo aquello se sabe o
se supone
Y seco mi rostro, sonriendo porque
nací.
Me están faltando versos exactos para
sentir
Que estoy de pie y en contacto con lo
que fui
De estos lunares, tan oportunos y su
ubicación
De las sonrisas que regalé
Me estoy cayendo y sigo sonriendo,
porque nací
Anacrónico y moderno, sin intención.
Yo también lloraba acostado en la
misma cama
Con tus ronquidos; música triste porque
ahí estabas
Yo tuve sexo con tu sandez a
destiempo
Y lo flagrante de tu inmundicia y tu
descuido
Yo también me hice el dormido y
descubrí
Que Santa Claus no existe y que él no
nos trae nada
Y cada vez que fingía dormir, me
encontraba
Con el sigilo traidor de lo que nadie
dijo.
Yo también me escapé; contando un,
dos, tres…
Y supe cuál era el sabor de la
derrota
Yo me acosté a envejecer, gritando
Con ojeras de semanas y palidez en la
boca
Yo también me hice el dormido y
descubrí
Que el daño es efectivo si se inflige
a cuenta gotas
Y cada vez que fingía dormir,
comprendía
Que el tiempo que perdimos no nos
perdona.
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