Sobre una lágrima franca.
Yo también me sentí así alguna vez
Y también fue por alguien que no
valía tanto la pena
¡Bienvenido al club de los que sufren
en silencio!
¡Bienvenido al infierno de los que
extrañan a gritos!
Prosigo…
Desde el día aquel mi mente no
descansa las horas que requiere
Y en el suelo de la ducha aún se
escuchan tus tropiezos
… De cómo en tres minutos la suerte
se esfumó, al parecer
Y en unos meses más me sonrió y se
quedó
Y se quedó…
Y sugiero mientras doblo mis sábanas
blancas
Nunca vuelvas a bailar sobre una
lágrima franca
Que la humedad del que espera no sea
una fiesta
A la que asiste tu estupidez y
vanidad
Yo te aconsejo, seas tú el que
obedece o el que manda
Nunca vuelvas a bailar sobre una
lágrima franca
Entiende que el miedo y la soledad sí
conspiran
Y asesinan las ganas nuevas de
comenzar.
Nunca vuelvas a bailar sobre una
lágrima franca
Nunca vuelvas a reírte del que lo
intenta
No hagas que nadie deba cambiar sus
sábanas blancas, de tanto llorar
Nunca vuelvas a bailar sobre una
lágrima franca.
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