(Réquiem): Corsé victoriano.

Pudor, decoro, decencia

Términos, conceptos a conveniencia

El suspenso del beso prohibido, las húmedas caricias y los mimos lascivos de manos benditas

Permiten que nazca una noche de locura y talento qué mostrar, y aunque aún queda más

Ya es de día, es necesario deformar tu libertad con un corsé victoriano.

Un corsé que reubica tus apetitos; y como buen cristiano te da el lugar de señalar lo que hace rato habías disfrutado

La moral no comparte habitación con tu ser, con tu sexo

Y un misterio es moverte como quieres hacerlo

Es de valientes, un acto heroico quitarse el corsé que la sociedad impone

Y hacer lo que plazca

Amar desde las uñas hasta los talones, odiar si eso te causa gracia

Ser quien eres, sin corsé, sin encaje, sin pretender

Besar sin nombres, golpear, tocar, sin pruebas

Ser quien eres, sin corsé

Darle rienda suelta a tus placeres

Ser quien quieres ser, sin corsé… sin el corsé victoriano que la sociedad impone.