Traductor, translator, traducteur...

septiembre 29, 2014

Silencio rococó.



Dejar una nota embalsamada de quebranto en el zaguán que me vio decir adiós sin querer decirlo
Faltarle tanto el respeto a mi calor y ser de Cristo el aprendiz bendito
Guardar silencio de un modo elegante, mientras veo cómo tocan mis guantes la corona que jamás he tenido
De piedras y espejismos incrustados en la pieza central… zafiros.

A veces me pregunto si a mi edad se cometen tantos errores
Si el amor se pone en un cofre de bronce y se funde… el amor
Prefiero cruzar las piernas y ser insolente, decir que no con un silencio que confunda al más inteligente
Silencio rococó.

Manos desnudas que incineraron cualquier excusa, cuando lo pedía
Y la odiosa tela que cubría aquel pecho decaído, entendía
Sabía tanto de cruces y de anuncios que decían tantas cosas que yo sentía
Y el sulfúrico y paciente silencio, inerte, rococó
¡Algarabía!

Me agrada saludar una vez más estas reflexiones, que dan sentido eterno a mis oraciones
Besar los cimientos que protegen mis quereres, mis dones
Doy las gracias al mundo entero en estas cuatro paredes y he compuesto tres canciones
Que nunca cantaré
Que no se escucharán aunque a gritos me lo pidan... Jamás.

MI NOMBRE ES GIOVANNI RAMÓN.

No hay comentarios:

Publicar un comentario